UBA 200: Un recorrido por su historia

Este 12 de agosto, la Universidad de Buenos Aires cumple 200 años. A lo largo de estos dos siglos, la UBA se erigió en una institución fundamental del sistema de educación pública y gratuita del país. En el marco de los festejos del Bicentenario, esta nota traza un recorrido por su rica historia y sus momentos más emblemáticos.

Orígenes

Creada por un decreto del gobierno de la provincia de Buenos Aires el 9 de agosto de 1821, la Universidad de Buenos Aires quedó formalmente inaugurada con un acto que tuvo lugar en la Iglesia de San Ignacio tres días después, el 12 de agosto. Su fundación fue impulsada por la influencia modernizadora del gobernador provincial, Martín Rodríguez.La nueva Universidad incorporó algunas de las instituciones de enseñanza superior que funcionaban en la ciudad desde hacía algunos años. El gobierno designó como primer Rector al Presbítero Antonio Saénz. La Universidad adquirió una organización a través de departamentos, en lugar de la clásica división en facultades propia de las universidades desde los tiempos medievales. Primeras Letras, Estudios Preparatorios, Ciencias Exactas, Medicina, Jurisprudencia y Ciencias Sagradas fueron las estructuras de estudio iniciales.

Representación de la fundación de la UBA en la Iglesia San Ignacio

A partir de 1852, con el ingreso del país en la etapa de la organización constitucional y el inicio de la consolidación del Estado nacional, la UBA pasó a ser un lugar estratégico en la adquisición de habilidades y conocimientos de educación superior entre aquellos que se sentían atraídos por la vida política y la administración pública. Muchos de sus estudiantes desempeñarían un rol central en la vida pública de Argentina durante la segunda mitad del siglo XIX.

La década de 1860 abrió un proceso de liberalización de la Universidad y de una consecuente pérdida de influencia del saber eclesiástico. Es en esta etapa que comenzaron a desarrollarse los estudios científicos en sentido moderno. 

La década de 1880 trajo cambios sustanciales en el ámbito universitario. Tras la federalización de la Ciudad de Buenos Aires, en 1881 la UBA dejó de ser provincial y pasó a depender del estado nacional. A partir de esos años comenzaron también a instrumentarse desde el Estado nacional una serie de leyes y medidas específicas que tenían como propósito principal asegurar la constitución de un sistema educativo de carácter laico. Con la Ley Avellaneda como telón de fondo, la Universidad sancionó nuevos estatutos  y pasó a organizarse en torno a facultades con alto grado de independencia. Estas transformaciones  dieron pie al camino de democratización de su vida interna.

Los años de la Reforma y los cambios durante el peronismo

En 1906 comenzó el proceso de democratización de la UBA. A partir de una serie de protestas estudiantiles en las facultades de Derecho y Medicina, se reformó el estatuto y se eliminaron los consejos vitalicios. En 1908 se creó la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y diez años después tuvo lugar la Reforma universitaria. Iniciada en la Universidad de Córdoba y extendida después por todo el país y la región, este hito permitió hacer grandes avances en materia de democratización, libertad de cátedra y pensamiento e impulso de la ciencia.

Protestas durante la Reforma universitaria de 1918

Años más tarde, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, se introdujeron nuevos cambios que acentuaron la participación popular en la universidad. En 1949, por decreto ley, se estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria, que hasta entonces era arancelada. Se produjo una ampliación constante y significativa del número de estudiantes universitarios, iniciándose así el proceso de masificación de la matrícula. Al finalizar 1955, la UBA contaba ya con casi 72.000 estudiantes.

La Universidad bajo la dictadura y el regreso de la democracia

Desde el golpe de Estado de 1955 y hasta 1966, se inició en la UBA un intenso proceso de renovación que se profundizó con la sanción de nuevos estatutos en 1958. Estos aseguraron la autonomía y el cogobierno de estudiantes, profesores y graduados. En 1958, además, se creó la editorial de la universidad, Eudeba.

El proceso de transformación y modernización de la UBA se expresó de diferentes formas: la  orientación profesionalista quedó relegada y cobraron impulso las actividades de  investigación, con la masificación de los concursos docentes, la extensión del sistema de dedicación exclusiva, la emergencia de nuevos institutos científicos y la creación del Conicet. Los años sesenta estuvieron caracterizados por un clima de creciente conflictividad política. En este tiempo, por su parte, el número de estudiantes siguió incrementándose y, además, cambió su composición, con un aumento significativo del número de estudiantes mujeres: pasaron del 24 al 35% de los egresados de la UBA.

Tras el golpe militar de junio de 1966, el general Juan Carlos Onganía intervino las universidades disponiendo que los rectores pasen a ser “administradores”. En respuesta, estudiantes y profesores ocuparon cinco facultades de la UBA y el gobierno militar ordenó el desalojo por la fuerza policial, avasallando la autonomía universitaria. Los episodios que se suscitaron a partir de esta decisión dieron lugar a uno de los momentos más dolorosos de la historia universitaria argentina: La noche de los Bastones Largos, que incluyó la renuncia de cerca de mil trescientos docentes de la universidad.

Un día después de producido el golpe militar del 24 de marzo de 1976 las universidades fueron intervenidas. Las instituciones universitarias fueron uno de los focos centrales de la represión implementada por el régimen militar. Su política se expresó en cesantías masivas de docentes y no docentes, expulsiones de estudiantes y en el secuestro y desaparición de personalidades relevantes de la comunidad académica, particularmente vinculados con la militancia gremial tanto docente como estudiantil. 

Una nueva etapa en la historia de las universidades se inició con la recuperación de la democracia en diciembre de 1983. El gobierno encabezado por Raúl Alfonsín impulsó la reincorporación de los docentes cesanteados u obligados a renunciar por cuestiones políticas e ideológicas y comenzó la implementación de concursos. Otras de las medidas se orientaron a eliminar las restricciones al ingreso a la Universidad. Con ese propósito se suprimieron los aranceles y, en la mayor parte de las casas de estudios, se suprimió el examen de ingreso. En la Universidad de Buenos Aires, el ingreso directo se implementó a partir de 1985 con la creación del Ciclo Básico Común. La matrícula universitaria tuvo un crecimiento acelerado en todo el país a partir de entonces, y ese proceso fue especialmente intenso en la UBA. Mientras el número de nuevos inscriptos en 1982 había superado apenas los 13 mil estudiantes, en 1987 alcanzó los 47 mil.

Facultad de Filosofía y Letras, año 1986. Archivo General de la Nación.

Años recientes

En los últimos años, la UBA logró avances importantes en diversas áreas. Amplió la oferta educativa de las Escuelas de Enseñanza Media con la creación de la escuela Agropecuaria, la escuela Técnica de Villa Lugano y el colegio pre-universitario Ramón Cereijo de Escobar. Además, encaró un proceso intenso de internacionalización, que derivó en la multiplicación de los convenios de cooperación internacional y en una mejora significativa en los rankings  internacionales. Según el ranking QS, la UBA es la mejor universidad de Iberoamérica por séptimo año  consecutivo. De 2014 a 2021, escaló 140 posiciones, ubicándose en el puesto 69. Es la única universidad pública, gratuita  y masiva en figurar en estos puestos de excelencia.

UBA, 200 años formando futuro.

Escuela Técnica de la UBA en Villa Lugano.

UBA: 200 años formando futuro

La Universidad de Buenos Aires dio inicio al año de su Bicentenario el pasado 12 de marzo con un acto en la Manzana de las Luces, lugar donde se fundó la Universidad el 12 de agosto de 1821. Contó con la presencia del Rector de la UBA, Alberto Barbieri, autoridades nacionales, provinciales, de la Ciudad de Buenos Aires y decanos y autoridades de la Universidad.En dicho acto, Barbieri presentó el lema que acompañará a la Universidad durante todo el año de su Bicentenario, UBA: 200 años formando futuro. Esta consigna resume lo que representa la Universidad para las y los argentinos: una institución que es un patrimonio público al servicio de una educación pública, gratuita, masiva y de calidad.

La agenda oficial del Bicentenario incluye una serie de hitos de innovación digital y diversas actividades culturales y de divulgación científica, participativas y abiertas a toda la comunidad.

Agenda del Bicentenario: hitos y actividades

Enmarcando los festejos por los 200 años, se creó una nueva identidad visual para la Universidad que permite canalizar toda la potencia comunicacional de la celebración del Bicentenario a través de un sistema visual común renovado que conjuga a todas las unidades académicas que componen la UBA. Este sistema posiciona a la Universidad como un todo indivisible y gira en torno a los principales atributos asociados a la UBA: educación pública, orgullo, futuro e innovación.

Durante el año de su Bicentenario, la UBA también profundizará su proceso de renovación tecnológica con el lanzamiento del nuevo portal web, una aplicación para móviles y la presentación de Clementina, el bot que será la asistente virtual de la Universidad. 

La transformación de los recursos recursos digitales de la Universidad comprende, también, la unificación de la identidad digital de todos y todas las personas que forman parte de la Universidad; la instalación de aulas inteligentes en todas las Facultades y el acceso a red de Wifi en todos sus edificios.

Este proceso continuo le permitirá a la UBA afrontar los desafíos que impone el contexto actual a todas las instituciones educativas de Argentina y del mundo.

Fiel a su historia, la Universidad continuará su apuesta permanente por la ciencia, la investigación y la salud pública. En este marco, también se expandirá el apoyo económico a la investigación y la formación de futuro: con motivo del Bicentenario se lanzaron 200 incentivos de investigación para estudiantes de todas las facultades que componen la Universidad. Estos incentivos se suman a las becas con las que ya cuenta actualmente la UBA.

Además, durante todo el 2021 la Universidad buscará fortalecer sus profundos vínculos con la comunidad con una amplia oferta de propuestas culturales abiertas y gratuitas,  que incluirán muestras fotográficas, stands temáticos, conferencias magistrales, intervenciones urbanas y otras actividades.

La UBA cumple 200 años. 200 años aprendiendo. 200 años enseñando. 200 años generando conocimiento. Son 200 años de muchas cosas, pero sobre todo de una: son 200 años formando futuro.

Entrevista a Alberto Barbieri, rector UBA

En el marco del inicio de la celebración del año del Bicentenario, el rector de la UBA cuenta los detalles sobre las actividades planificadas por los 200 años y reflexiona sobre los desafíos de la Universidad.

¿Cuáles son los desafíos de la UBA en su Bicentenario?

La UBA tiene que partir de su pasado virtuoso, de la potencia que tiene su presente y así proyectarse hacia el futuro, de cara a las nuevas realidades y desafíos que nos da el siglo XXI.

La incorporación de la tecnología de información y comunicación al proceso de enseñanza y aprendizaje que veníamos haciendo y que la pandemia puso de relieve de manera más manifiesta; la internacionalización de la educación, que es un rasgo característico de los últimos años en la Universidad, y que nos permite estar conectados a nuestros estudiantes, docentes e investigadores con los principales centros de investigación de todo el mundo; la capacidad de ir actualizando nuestros contenidos curriculares de todas las materias, acorde a cómo se transforma el conocimiento en esta nueva era; temas como el medio ambiente, la igualdad de género, la ciencia de datos, la inteligencia artificial, el desarrollo e interacción entre el mundo científico y el productivo, son algunos de los pilares que tenemos que seguir apuntalando en este año del Bicentenario.

¿Cómo será la organización de los eventos en torno al Bicentenario?

La pandemia nos impacta en todas las cuestiones de nuestra vida cotidiana. No nos imaginábamos llegar a los 200 años atravesando una situación tan compleja y dramática. Por eso tuvimos  que repensar cómo va a ser esta conmemoración, cómo vamos a poder interactuar desde la universidad hacia adentro y hacia afuera, porque la UBA básicamente se sostiene por la sociedad,  que con su esfuerzo le da la posibilidad a quienes transitamos por sus aulas de desarrollarnos. Entonces, tenemos que devolverle a esa sociedad lo mejor desde el punto de vista científico y profesional.

El 12 de marzo pasado iniciamos una serie de conmemoraciones del Bicentenario en la Manzana de las Luces, que fue donde se fundó la UBA. Tuvimos el honor de contar con la presencia del Presidente de la Nación, del gobernador de la Provincia de Buenos Aires y del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Estas tres figuras, egresadas de la UBA, muestran que en nuestra Universidad se forman políticos con ideologías diferentes, con pensamientos diferentes, y expresa muy bien el ideario de esta Universidad, que fue creada con el objetivo de formar a las futuras clases dirigentes.

Luego de este evento, seguiremos celebrando hasta llegar al 12 de agosto, día que se conmemora la creación formal de la Universidad. Esperemos que la pandemia nos permita realizar actividades con algún tipo de presencialidad los festejos presenciales que tenemos previsto y que incluyen recitales en vivo y actividades culturales. Además, vamos a entregar un reconocimiento a 200 personalidades de la universidad, y haremos una muestra itinerante de estas personalidades. También tendremos una serie de lanzamientos digitales que mostrarán la modernización de la gestión académica administrativa de la Universidad.

En síntesis, las acciones celebratorias que tenemos pensadas son una combinación de historia, presente y futuro de nuestra Universidad, y la idea es poder compartirlas con todo el pueblo argentino.

La UBA se creó en 1821, ¿Qué transformaciones ha experimentado en estos 200 años? ¿Cuáles han sido los principales aportes de la UBA en este periodo?

La UBA es la representación más acabada de una institución marcada por la inclusión, la movilidad social ascendente, la gratuidad como símbolo y motor de esa movilidad, la masividad, la calidad en la enseñanza, la posibilidad de generación de conocimiento y la internacionalización que nos pone en contacto con los principales centros de educación y científicos de todo el mundo.

Estas características y valores hacen de la UBA una organización única, diversa, con aportes múltiples y ello se refleja en nuestros premios Nobel, en nuestros investigadores e investigadoras de reconocida trayectoria internacional, en la alta valoración que tienen las universidades del exterior y en el mundo académico internacional sobre los graduados y graduadas de la UBA.

Ha sido un proceso que se fue gestando a través de estos 200 años. Es un patrimonio que lo hemos construido el esfuerzo de todos y todas, y que claramente demuestra que la UBA es una de las instituciones de nuestro país que más trasciende a nivel internacional.

¿Qué le diría a alguien que quiere iniciar sus estudios universitarios en la UBA? ¿Por qué debería elegir la UBA?

A cualquier joven que quiere comenzar sus estudios universitarios le diría primero que haga lo que crea que le gusta y para hacerlo lo tiene que hacer de la mejor manera posible. Está claro que la Universidad de Buenos Aires le va a dar un diferencial que muy pocas instituciones educativas en el mundo y en el país le pueden dar. Si bien hay una cantidad de excelentes universidades públicas en nuestro país, la UBA se destaca por la calidad de sus docentes, la calidad de sus investigadores, la posibilidad de darle a los y las jóvenes que ingresan no solo los mejores conocimientos científicos, técnicos, profesionales, sino también una formación ciudadana con espíritu crítico. Hay una vida muy rica al interior de la Universidad, con debate permanente de ideas en los pasillos, en las aulas; debate de ideas no solo científicas o ligadas estrictamente con la enseñanza, sino también debate de ideas políticas y sociales. La UBA otorga un acervo cultural único y diferencial con respecto a otras universidades.

A pocos meses de que concluya su segundo mandato como Rector de la UBA, ¿qué balance hace de su gestión?

Es muy difícil hacer un balance de la gestión en una organización tan compleja y diversa como la Universidad. Hicimos muchas cosas, hay muchas otras que todavía seguimos haciendo, y otras que, por supuesto, todavía nos quedan por concretar.

Lo más importante es que pudimos tener una gestión muy participativa, tanto para quienes acompañaron mi designación como Rector como para quienes no lo hicieron. Trabajamos de forma mancomunada; actualizamos más del 70 por ciento de los planes de estudio de todas las carreras; aplicamos progresivamente la virtualización en el proceso de enseñanza y aprendizaje, a través del sistema del Centro de Investigación en Tecnología y Pedagogía.  Esto nos sirvió como motor para poder brindar clases virtuales con distintos grados de desarrollo en las 103 carreras de la Universidad, y poder alcanzar con esta herramienta a más de 300.000 estudiantes.

También pudimos avanzar en otros proyectos estratégicos: apuntalar la internacionalización de nuestra Universidad y conectarnos con más de mil casas de estudio de todo el mundo, donde estudiantes, docentes, investigadores, investigadoras, que año a año hacen intercambios respaldados por proyectos y becas que la UBA puso en vigencia. 

Para que esto fuera un hecho concreto, reforzamos como nunca, con mayor presupuesto, las áreas de investigación, para que dentro de la universidad podamos seguir manteniendo una política de apoyo a los centros e institutos de Investigación. 

Además, ampliamos y consolidamos la conexión con el mundo productivo a través de nuestra unidad de vinculación científico-tecnológica. Creamos la Escuela Técnica de Lugano, un logro sin precedentes en la Universidad de Buenos Aires. Nuestras escuelas secundarias son, como lo llamamos en el Estatuto, experimentales. Nuestro objetivo fundamental es la educación superior, y en estas escuelas experimentales se pueden ir viendo modelos alternativos de gestión académica que ayuden a mejorar nuestro sistema de enseñanza media preuniversitaria.

La Escuela Técnica de Lugano es la primera de su tipo de la UBA. En ella, los y las estudiantes se reciben de técnicos en mecánica, en robótica, etc. Además tiene un diferencial: se implementó en una de las zonas más vulnerables de nuestra ciudad, en Villa Lugano, en contacto estrecho con la Villa 11-14 y muchos de sus estudiantes provienen de esos barrios.

Hoy tenemos el orgullo y la alegría de que la primera camada de esos estudiantes se está egresando para entrar al mundo universitario, logrando esa movilidad social ascendente, de personas que se veían rezagadas y hoy pueden cambiar su destino. Eso lo pudo hacer la UBA con un sistema inclusivo y de calidad. Los estudiantes de esta escuela han ganado diversos premios internacionales, motivo por el cual estamos recontra orgullosos. 

También creamos una Escuela Preuniversitaria en Escobar, la primera en la Provincia de Buenos Aires, siguiendo el camino de la Escuela Técnica de Lugano. Estos son algunos de los principales logros que quiero destacar de mi gestión.

¿Qué es la educación pública para Argentina?

La educación pública en nuestro país es el pilar fundamental del desarrollo, el camino para lograr la igualdad de oportunidades y para la generación de una sociedad más inclusiva y más igualitaria. El derecho a la educación, para quienes la concebimos como un derecho humano, es un bien público y social y un deber indelegable del Estado.  Es la principal inversión que debe realizar el Estado en todos sus niveles, porque un pueblo educado es un pueblo con futuro, fundamentalmente en esta sociedad del conocimiento. 

Sin educación, sin generación del conocimiento, nuestro país no tendría destino. En la Argentina tenemos una educación pública vigorosa, una educación pública con una comunidad comprometida para que se siga desarrollando. Y a pesar de la volatilidad de nuestros problemas políticos, sociales o económicos, la educación pública sigue siendo uno de los activos, sino el activo más importante, que tiene nuestra sociedad.

¿Cómo describiría, en pocas palabras, a la UBA?

Ingresé a la UBA recién cumplidos los 18 años y desde entonces pasé toda mi vida en esta Universidad. Primero como estudiante, después como auxiliar docente, hice toda mi carrera académica hasta llegar a ser profesor titular por concurso. Me dediqué a especializarme en el área de Administración, tanto académicamente, con una maestría y un doctorado, como en lo profesional. Paralelamente realicé investigaciones. 

Llegué a tener los puestos de gestión más importantes en la Universidad como decano de mi Facultad y rector de la Universidad. ¿Qué quiero decir con esto? Que lo que siento es un enorme agradecimiento por esta institución, porque me cambió la vida. Porque de una persona proveniente de una familia humilde, de un padre trabajador del ferrocarril, y una madre ama de casa, fui la primera generación de profesionales en la familia. La UBA cambió mi vida, la vida de mis hijos y la de todos los que me rodean. Por eso, siento un enorme orgullo por pertenecer a esta institución única, de calidad, inclusiva, que le cambia la vida a miles y miles de chicos y chicas de nuestro país.

¿Qué implica ser rector de la UBA?

Es un orgullo único y una responsabilidad enorme. Además, siento una gran alegría de que mis pares y los claustros me hayan elegido democráticamente en dos oportunidades para conducir los destinos de la Universidad más grande de nuestro país. Para una persona que proviene de la educación pública y que quiere la educación pública, llegar a tener este puesto es un orgullo único. Lo voy a tener presente como una alegría a lo largo de toda mi vida.

Conocé la nueva identidad visual UBA

Se lanza una nueva forma de representar los valores e ideas que caracterizan a la Universidad. El flamante logotipo conmemorativo por los 200 años está inspirado en el diseño ganador de un concurso realizado por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU).

En el marco de la conmemoración del Bicentenario, la Universidad de Buenos Aires presenta su nueva identidad visual, compuesta por 140 grafemas a partir de los cuales se pueden crear pictogramas (imágenes). Se trata de signos gráficos que, combinados, comunican, transmiten ideas y producen significados nuevos y diversos.

Su implementación fue ideada para un espacio temporal particular: de marzo a diciembre de 2021, ya que es una identidad visual con fines celebratorios por los 200 años de la Universidad.

Esta nueva imagen concibe a la UBA como un todo indivisible. La identidad de cada una de las sedes se consolida de manera integral, para destacar no solo a las Facultades, Colegios, Hospitales y Museos, sino también sus valores, identidades, historias y desafíos a futuro.

El nuevo sistema visual permite conjugar conceptos e imágenes, palabras e ilustraciones,  para transmitir de un modo novedoso lo que la UBA representa para su comunidad.

EL NUEVO LOGO

Un elemento distintivo del nuevo sistema visual es el logo conmemorativo por los 200 años de la Universidad. Fue inspirado en el logotipo ganador de la convocatoria lanzada en el año 2019 por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA (FADU). El concurso estuvo destinado a graduados/as de la carrera de Diseño Gráfico, con el objetivo de hacer del Bicentenario un proceso participativo y abierto.

El signo, que ilustra un destello de luz como metáfora del conocimiento y el progreso, fue inspirado por los orígenes y fundación de la Universidad de Buenos Aires en  el solar de  la Manzana de las Luces, donde tenían lugar actividades de carácter intelectual.

En total, el signo está compuesto por 200 figuras en alegoría al Bicentenario de la UBA y será utilizado durante todo 2021 en las comunicaciones institucionales emitidas por la Universidad, en convivencia con la identidad institucional preexistente.

LAS NUEVAS TIPOGRAFÍAS

Las tipografías utilizadas en la propuesta gráfica del Bicentenario fueron creadas por diseñadoras de nuestra Universidad en el marco del posgrado de Tipografía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU).

Bicentenario de la UBA: se lanza una convocatoria especial para fomentar la investigación entre estudiantes de grado

En el año del Bicentenario, la Universidad lanza un programa especial para el fomento de la investigación entre sus estudiantes de grado. Se trata de una convocatoria que otorgará 200 incentivos económicos a alumnos y alumnas de las 13 Facultades. Las y los postulantes deberán presentar proyectos orientados a pensar temas estratégicos para el desarrollo del país, dentro de cada área de conocimiento. La convocatoria estará abierta desde el 19 de abril hasta el 7 de mayo.

La UBA cumple 200 años formando futuro y lo celebra acompañando a la próxima generación de investigadores e investigadoras. La Universidad abre este programa para estudiantes de carreras de grado de hasta 30 años, que tengan entre el 50% y el 90% de las materias aprobadas (incluyendo el CBC), y presenten proyectos de investigación sobre nudos estratégicos para el desarrollo de la Argentina.

El estímulo para la investigación comenzará a regir a partir del 1 de septiembre de 2021 y se extenderá por doce meses. Quienes resulten seleccionados recibirán un estipendio mensual mientras dure el programa. 

“Con el lanzamiento de esta iniciativa, la UBA reafirma su compromiso histórico con la investigación y la ciencia. Queremos seguir consolidando una de las funciones fundamentales de la Universidad, que es formar investigadores”, señaló el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri.

¿Cómo participar?

Como en todos los proyectos, las y los postulantes deben contar con un director o directora de investigación que posea un cargo docente regular rentado, como lo establece el reglamento de Becas de Investigación de la UBA.

Junto al director o directora de la investigación, es necesario presentar el proyecto en la Unidad Académica en la cual el director o directora tenga su lugar de trabajo. La facultad se encargará de realizar la postulación a través del SIGEVA-UBA. Para más información, consultar la resolución de la convocatoria o escribir a becas@rec.uba.ar.

La convocatoria a este programa de estímulo a la investigación se inscribe en la celebración por el año del Bicentenario de la Universidad de Buenos Aires. Por los 200 años, la UBA tiene prevista una serie de acciones que incluyen una renovación integral de sus recursos digitales, la entrega de premios a personalidades destacadas de la Universidad, conferencias magistrales y actividades culturales, entre otras iniciativas.